La quiebra técnica de empresas es una situación en la cual una sociedad no puede hacer frente a sus obligaciones exigibles con su activo. En esta situación es necesario, declararla en estado de insolvencia
El estar en quiebra es una gran preocupación para los accionistas de toda sociedad mercantil, especialmente en los tiempos de crisis actuales. Esta situación podría conllevar a la disolución de la empresa como resultado de su insolvencia.
Ahora bien, una empresa se encuentra en quiebra técnica cuando posee una situación patrimonial negativa. Esto significa que el valor del pasivo es superior al valor de los activos, haciendo que sea imposible saldar las deudas.
Si deseas obtener más información respecto al tema, te invitamos a que sigas leyendo este artículo.
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¿Qué es la quiebra técnica de una empresa?
La quiebra técnica de una empresa se puede definir como aquella situación en la cual la sociedad no puede cumplir con sus obligaciones financieras.
Es importante tener claro, que la quiebra técnica es un concepto contable que se puede definir como un patrimonio neto negativo. Es decir, se produce cuando el valor del pasivo de la empresa supera el valor de los activos, haciendo que esta no cuente con fondos ni respaldo para cumplir con los pagos de las deudas.
¿Qué características presenta la quiebra técnica de empresas?
En principio, que una empresa se encuentre en un escenario de quiebra técnica se traduce en un estado de insolvencia. Esto significa que ya no podrá cumplir con sus deudas, o prevé que no lo logrará en un futuro usando todo el activo.
En este sentido, la quiebra técnica de una sociedad se puede detectar cuando incumple con sus obligaciones generalizadas y posee diversos acreedores.
Es por ello que en caso de incumplimiento de las obligaciones se establece un plazo mínimo para que pueda solicitarse el concurso de acreedores. Sin embargo, antes de comenzar con el trámite y solicitar el concurso, se puede analizar una refinanciación del pasivo. Todo con el fin de tener oportunidad de pagar las deudas en diferentes momentos o bajar el tipo de interés.
¿Cómo declarar la quiebra de una empresa?
En España cuando una empresa no puede cumplir con sus obligaciones legales, y se encuentra en una situación de insolvencia tiene la obligación de solicitar el concurso de acreedores. Este procedimiento se encuentra recogido en la Ley Concursal y a través de él se busca renegociar con los acreedores, para lograr la viabilidad de la sociedad.
No obstante, la insolvencia puede ser provisional y en este caso se ejecutarán otros mecanismos para que el deudor cumpla con sus deudas. Algunos de estos mecanismos son la realización de activos, acuerdos preconcursales, o capitalización. Pero, si la insolvencia es definitiva, se procede a declarar el concurso.
Ahora bien, desde el momento que el deudor conozca el estado de insolvencia cuenta con dos meses para solicitar el concurso. De igual forma, este procedimiento puede ser solicitado por los acreedores cuando la sociedad no pueda cumplir con sus créditos.
Una vez que sean asignados los documentos y analizada la solicitud por parte del Juez Mercantil, éste procederá a decidir. Y en caso de ser afirmativo, dictará un auto declarando el concurso de acreedores. En todo caso, se buscará lograr un acuerdo con los acreedores, y si no puede cumplirse, se procederá a la liquidación del patrimonio de la sociedad.
Es importante señalar que este mecanismo le permite a la empresa refinanciar sus deudas y lograr una solución. Para ello, llegará a un acuerdo con los acreedores a fin de saldar las deudas, y que la empresa continúe con su actividad.
Tipos de quiebras de empresas
No todas las empresas llegan a una situación de quiebra por los mismos motivos. Es por ello, que la quiebra se puede tipificar de las siguientes maneras:
- Quiebra fortuita: Esta ocurre cuando la empresa ha hecho todo lo posible para prevenir la situación. No obstante, debido a las circunstancias del mercado, personales, o de cualquier tipo, la sociedad se declaró en quiebra.
- Quiebra culpable: En este caso la empresa no cumplió con alguna de sus obligaciones debidamente estipuladas en la ley.
- Quiebra fraudulenta: Este caso es sumamente grave, y ocurre cuando el empresario no devuelve el capital prestado a sus acreedores sin tener ninguna justificación. Esto significa que, quería estafar a los acreedores solicitando un dinero, aún sabiendo o conociendo que no lo podría devolver.
La diferencia entre los tipos de quiebra es fundamental, ya que su resultado favorecerá al deudor o los acreedores. En muchas oportunidades, cuando los acreedores demuestran que la quiebra fue fraudulenta pueden recuperar su inversión, a través de una indemnización.
Ley de quiebras España
Es importante señalar que en la actualidad no hay un concepto legal de quiebra. Sin embargo, en la Ley Concursal se habla de insolvencia. En este sentido, una empresa se encuentra insolvente cuando no puede cumplir con sus obligaciones legales. Por ello, la normativa exige que desde el momento que el deudor conozca su insolvencia debe solicitar el concurso de acreedores.
En este sentido, la Ley Concursal trata la situación de las personas naturales y jurídicas de una sola manera. Para ello, simplificó los trámites y facilitó el cobro de los créditos.
La declaratoria de quiebra comienza cuando el deudor le manifiesta a la autoridad judicial que no puede cumplir con sus obligaciones exigibles. Una vez que éste acepta la solicitud, procederá a dictar el auto declarando el concurso, siguiendo las normas establecidas en la ley concursal.
¿Cómo saber si una empresa está en bancarrota y cómo declararla?
De manera general, se puede conocer si una empresa se encuentra en quiebra analizando su contabilidad y observando cómo sus fondos decrecen. Es decir, basta con revisar el balance de la situación de la empresa para conocer si su patrimonio neto es negativo.
En numerosas ocasiones el balance de situación necesita actualizarlo ya que hay partidas que no están valoradas a su valor real actual y por lo tanto distorsiona los datos y conclusiones al respecto.
No obstante, esta situación no debería tomar por sorpresa al empresario. Puesto que una sociedad no llega a una quiebra técnica sin antes haber mostrado señales alarmantes que necesitaban ser corregidas a tiempo a través de medidas preventivas.
Es importante señalar que es una obligación legal solicitar el concurso de acreedores cuando el deudor tiene un estado de insolvencia. Pero, si la insolvencia es provisional se pueden llevar a cabo otros mecanismos preconcursales para lograr el pago de las deudas.
En conclusión, la quiebra técnica de empresas es una situación preocupante que conlleva a declararse en un estado de insolvencia. Es por ello que es fundamental tomar acciones a tiempo que permitan prevenir esta situación. Ya sea recurrir a mecanismos preconcursales u obtener la refinanciación de las deudas.
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