Para muchos expertos en el área judicial, el concepto de peritaje es uno de los más buscados por aquellas personas que se involucran en un proceso.
Este suele ser considerado como una herramienta o ayuda, que permite exponer, de manera clara, un argumento; también, en muchos casos, ayuda a explicar hechos, conductas, situaciones, entre otros.
Sin embargo, el peritaje es mucho más.
Detrás de sí hay una serie de entresijos legales que facilitan el desenvolvimiento de un juicio, sin importar su naturaleza. Además, consta de varios requisitos para su solicitud, la cual debe adecuarse y conducirse por los canales adecuados.
Si deseas conocer todo sobre el peritaje, ahora mismo te lo explicamos de manera sencilla.
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Definición de peritaje
El peritaje puede definirse como un informe que es realizado por un experto, perito o perito judicial, el cual tiene como característica esencial ser experto en un área específica. Dicho informe se realiza con el fin de presentárselo a un juez o Tribunal, para explicar de manera clara algún hecho.
Generalmente ocurre que, en un proceso, alguna de las partes necesita explicar la naturaleza de un hecho, pero sus conocimientos no son suficientes debido a la complejidad del mismo.
Cuando ocurren estas situaciones, la parte puede optar por un perito para que explique la situación o el hecho del que se hace referencia. El perito realiza un informe en el que da una mejor definición de lo ocurrido, ayudando al establecimiento de conclusiones, así como permitiendo que el juez entienda todo de manera clara.
Como se ve, el peritaje es básicamente una ayuda para la resolución de dudas, e incluso la contestación de preguntas. En caso de que no queden claras, el juez, el Tribunal o las partes pueden pedir al perito que les ayude a entender.
Un elemento fundamental del peritaje es que, como informe que busca aclarar cualquier hecho o situación, este debe estar escrito de la manera más clara y sencilla posible. Es decir, el perito necesita ser lo más conciso, con el fin de que se entienda por cualquier persona, incluso si no guarda relación con el proceso.
La figura del perito
Si el peritaje es una ayuda para los procesos, debido a que se trata de un informe diseñado para explicar cualquier hecho, la figura del perito también es muy importante.
Su presencia está respalda por el artículo 335.1 de la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil. El mismo establece que:
«Cuando sean necesarios conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos para valorar hechos o circunstancias relevantes en el asunto o adquirir certeza sobre ellos, las partes podrán aportar al proceso el dictamen de peritos que posean los conocimientos correspondientes o solicitar, en los casos previstos en esta ley, que se emita dictamen por perito designado por el tribunal».
Entonces, el perito puede definirse como un especialista en cualquier área profesional o práctica, el cual presta sus servicios para realizar el informe del peritaje. Su participación puede ser solicitada por cualquiera de las partes y, en algunos casos, por el mismo juez o Tribunal.
Un rasgo básico de los peritos es que sus conocimientos deben ser comprobados, además, estos deben mantener relación con el hecho a explicar en el peritaje. Así, si se desea exponer un tema especializado en criminalística, el perito necesariamente será un profesional en tal área.
Otro elemento importante es que sus datos e información aportada, son siempre imparciales. De esta manera, si bien una parte puede solicitar un perito, el mismo se encargará de realizar el peritaje sin importar si sus resultados la benefician o no.
Esto se debe a que, al comparecer en un juzgado, el perito adquiere responsabilidad penal.
Aspectos para solicitar el peritaje
Existen una serie de pasos importantes para la solicitud de un peritaje. Estos están descritos en la legislación española, pero pueden resumirse de la siguiente manera:
El primero de ellos consiste en seleccionar al experto idóneo para la realización del informe. Para ello se considera su profesión, experiencia y el número de peritajes realizados anteriormente. Después de esto, se nombra o elige al perito.
A continuación, el solicitante se encarga de contactar con el perito para explicarle el trabajo que requiere. En caso de que acepte, se deben acordar los honorarios, los cuales son abonados por el solicitante.
Después de que se realiza el pago de honorarios, el perito inicia la realización del informe requerido. Una vez terminado, entrega el original al solicitante, para que este lo presente como prueba en el juicio o proceso y así logre respaldar su argumento, o explicar una situación que, por sí mismo, no pudiera.
En muchos casos, el perito puede ser llamado a presentarse y declarar sobre el informe realizado. También puede dar conclusiones sobre el hecho en sí, mas no del caso o de los elementos procesales que lo rodean.
Vale la pena aclarar: el peritaje es una ayuda para eliminar dudas, pero por sí mismo no puede sustituir la decisión de un juez o Tribunal.
Estructura de un peritaje
Como informe que aspira a aclarar cualquier hecho, el peritaje debe ser lo más lógico y claro posible. Para ello cuenta con la siguiente estructura:
- Introducción: se explica el objeto del informe, además de los resultados a alcanzar.
- Metodología: son los recursos metodológicos empleados para realizar la investigación.
- Información de identificación: se tratan de los datos que ayudan a identificar más rápidamente los conceptos utilizados.
- Normativa: las normas que rigen la investigación.
- Análisis de cuestiones suscitadas
- Descripción de los hechos
- Historia familiar, historia personal, evaluación mental: en caso de que el peritaje sea referente a una conducta o involucre a una persona en particular.
- Instrumentos de diagnósticos: herramientas utilizadas para la investigación.
- Resultados
- Análisis de resultados
- Conclusiones
- Recomendaciones
Cada uno de los elementos que intervienen permite que el informe sea mucho más fácil de comprender.
Así, su exposición puede ayudar al desarrollo de veredictos, toma de decisiones sobre hechos particulares e incluso sentencias.
El peritaje debe ser revisado y evaluado, con el fin de no prescindir de detalles que afecten en la exposición de ideas.
El peritaje judicial
Como su nombre lo indica, el perito judicial es el encargado de hacer los peritajes correspondientes del caso. Es decir, que es la persona encargada de hacer las valoraciones o estimaciones correspondientes al tema del cual es especialista.
Para el peritaje se requiere que el experto haga la investigación correspondiente, por lo que el perito debe reunir pruebas, hacer comparaciones y los análisis correspondientes para su informe. Este es un trabajo exhaustivo, ya que el perito debe tomar nota de cada detalle.
Una vez hecha toda la investigación, el experto realiza el informe judicial. Este no solo debe contemplar el resultado del análisis, sino que debe detallar paso a paso cómo se llegó a dicha conclusión.
Diferencia entre peritaje y peritaje judicial
¿Cuál es la diferencia entre un peritaje y un peritaje judicial?
Las principales diferencias son la finalidad, ya que el peritaje judicial como su nombre indica es para asuntos judiciales como pueden ser juicios, y el peritaje puede ser para reclamaciones o gestiones extrajudiciales.
El peritaje judicial también llamado dictamen pericial debe contener el juramento o promesa de decir la verdad.